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Entrenamiento con pesas rusas de 20 minutos para principiantes

Descubra un entrenamiento sencillo con pesas rusas de 20 minutos diseñado para principiantes. Incluye calentamiento, ejercicios básicos como columpios y sentadillas, y una sesión de enfriamiento para mejorar su proceso de acondicionamiento físico.

Precalentamiento

Saltos

Comencemos nuestro entrenamiento con un movimiento clásico de calentamiento: saltos de tijera. Estos sencillos ejercicios aumentan el ritmo cardíaco y preparan los músculos para una actividad más intensa. Imagina que eres un soldado marchando en formación: cada salto es como un rápido paso hacia adelante, lo que mantiene tu cuerpo listo para la acción.

Círculos con los brazos

A continuación, pasemos a los círculos de brazos. Este ejercicio ayuda a calentar las articulaciones de los hombros y puede prevenir lesiones durante el entrenamiento. Piense en ello como un suave masaje en los hombros, preparándolos para los movimientos que se avecinan. Puedes comenzar con círculos pequeños en el sentido de las agujas del reloj, aumentando gradualmente su tamaño hasta que te muevas de manera suave y constante. Es como dibujar un círculo grande en el aire con cada brazo, asegurando que todas las partes del hombro se estiren un poco y se calienten.


Columpios con pesas rusas

Los columpios con pesas rusas son un ejercicio poderoso que involucra todo el cuerpo. Piensa en ellos como un baile de alta intensidad entre tú y la pesa rusa: cada movimiento es un paso adelante en el desarrollo de fuerza y ​​resistencia. Pero antes de profundizar en el meollo de la cuestión, asegurémonos de que lo está haciendo correctamente.

Consejos técnicos

Lo primero es lo primero: tu forma debe parecerse más a la de un bailarín elegante que a la de un atleta pesado. Comience parándose con los pies separados a la altura de los hombros y sosteniendo la pesa rusa justo por fuera de las caderas con ambas manos. Imagina que estás sosteniendo un balde lleno de agua y necesitas equilibrarlo mientras avanzas. Ahora, gira las caderas, manteniendo la espalda recta, como si estuvieras sentado en una silla invisible. Utilice los glúteos y los isquiotibiales para impulsar el movimiento de las piernas, balanceando la pesa rusa hacia arriba entre la altura de los hombros.

A continuación, concéntrate en cómo viaja la pesa rusa a través del espacio. Debe seguir un arco suave que imite la trayectoria de un péndulo. Esto significa que la campana se moverá hacia adelante mientras empujas con las piernas y luego se balanceará hacia las caderas. Piense en ello como un balancín; un lado sube mientras el otro baja.

Recuerde, el control es clave. Evite dejar que la pesa rusa se balancee demasiado por encima de su cabeza o la arrastre por el suelo. La forma adecuada garantiza que el ejercicio se dirija eficazmente a la cadena posterior y, al mismo tiempo, minimice la tensión en la zona lumbar.

Repeticiones y Conjuntos

Ahora, pasemos al meollo de la cuestión de cómo hacer que estos cambios funcionen para usted: ¿cuántas veces debería hacerlo antes de dar por terminado el día? Una recomendación común es realizar 2-3 series de 10-15 repeticiones. Sin embargo, esto puede variar según su nivel de condición física y sus objetivos.

Para principiantes, lo ideal podría ser comenzar con pesos más livianos (alrededor de 8 a 12 kg) y concentrarse en dominar la forma. A medida que gane confianza y fuerza, aumente gradualmente tanto el peso como el volumen. Los practicantes avanzados pueden optar por un mayor número de repeticiones o incorporar cambios con pesas rusas en rutinas de entrenamiento en circuitos complejos que desafían aún más su resistencia.

Recuerde, la constancia es crucial en cualquier rutina de ejercicios. Trate de incluir cambios con pesas rusas 2 o 3 veces por semana para ver mejoras notables en su condición cardiovascular y fuerza central.


Sentadillas en copa

Enfoque del formulario

Al realizar sentadillas en copa, es esencial concentrarse en su forma. Imagina que eres una bailarina que se prepara para su actuación más elegante: cada movimiento debe ser preciso y fluido. Coloca la pesa rusa o mancuerna cerca de tu pecho, sujetándola con ambas manos. Esta posición no solo involucra tu core sino que también asegura que tus brazos estén en la alineación perfecta para sostener tu cuerpo.

Piense en cada sentadilla como una respiración profunda y controlada en lugar de un movimiento explosivo. A medida que te pones en cuclillas, deja que la gravedad guíe tu descenso, permitiendo que tus muslos rocen suavemente paralelos al suelo. La clave es controlar el movimiento, como dirigir un barco a través de aguas tranquilas, para garantizar la seguridad y la eficacia.

Niveles de intensidad

Ahora que hemos establecido la forma, hablemos de los niveles de intensidad. Ajustar el número de repeticiones y series puede transformar las sentadillas en copa de un entrenamiento moderado a un entrenamiento de alta intensidad o una sesión de resistencia de bajo impacto. Para principiantes, lo ideal es comenzar con tres series de 10 a 15 repeticiones. Esto permite que tus músculos se calienten gradualmente y al mismo tiempo proporciona un excelente entrenamiento.

Para aquellos que buscan superar sus límites, considere aumentar el peso y agregar más series y repeticiones. Por ejemplo, podrías hacer cuatro o cinco series de 8 a 12 repeticiones con mayor peso. Sin embargo, siempre priorice la forma sobre el levantamiento de pesas pesadas; es mejor mantener la técnica adecuada que comprometer la seguridad por la intensidad.

Recuerde, las sentadillas en copa no se tratan solo del número en la barra; su rendimiento general y su recuperación dependen de su capacidad para ejecutar cada repetición sin problemas. Entonces, ya seas principiante o un levantador experimentado, aborda siempre este ejercicio con respeto y dedicación.


Arrancado con pesas rusas

Posición inicial

¿Alguna vez has intentado atrapar un objeto que cae? Imagínese esa experiencia pero amplifíquela. La posición inicial para un arranque con pesas rusas es muy parecida a atrapar una pelota imaginaria justo antes de que toque el suelo. Comience parándose con los pies separados a la altura de los hombros, sosteniendo la pesa rusa al nivel de la cadera con una mano (asegúrese de que la campana esté en su asa). Tu espalda debe estar recta y con el core enganchado, casi como si estuvieras a punto de hacer una tabla, pero no del todo. Esta configuración imita la posición «listo» de un atleta que se prepara para la acción.

Movimiento completo

Ahora, imagina que esa pelota imaginaria es real y ¡está a punto de ser lanzada al aire! El movimiento completo del arranque con pesa rusa implica tres fases principales: el tirón, la captura y la sujeción por encima de la cabeza. Comience empujando explosivamente con los pies mientras lleva la pesa rusa desde el nivel de la cadera hacia el pecho. Esta acción debería sentirse como un salto poderoso, con toda tu energía dirigida hacia arriba. A medida que la campana se acerca a tu pecho, gírala rápidamente debajo de tu brazo y colócala sobre tu cabeza, casi como si intentaras atrapar una estrella fugaz en el aire.

Una vez que la pesa rusa esté completamente sobre su cabeza, active su núcleo para estabilizar el peso. Mantenga esta posición por un momento, sintiendo el ardor en los hombros y la espalda. ¡Aquí es donde obtendrá los beneficios de este movimiento dinámico! Recuerda, la clave está en controlar tanto el descenso como el ascenso; Piense en ello como una gota de agua controlada de una fuente alta. Esto no solo agrega estabilidad sino que también garantiza que puedas realizar cada repetición con precisión y potencia.


Filas renegadas

Compromiso principal

Imagina tus músculos centrales como la base de un rascacielos. Al igual que una base sólida sostiene la estructura imponente, involucrar su núcleo es crucial para mantener la estabilidad y prevenir lesiones durante los remo rebeldes. Piensa en ello no solo como un ejercicio, sino como un momento para conectarte con tu cuerpo, contrayendo tus músculos abdominales como si estuvieras tratando de abrazarte a ti mismo mientras sostienes tu espalda al mismo tiempo. Este compromiso ayuda a mantener la forma adecuada y garantiza que la presión permanezca en el core en lugar de en la parte baja de la espalda.

Colocación de la mano

Cuando te prepares para filas renegadas, considera tus manos como las patas de un trípode. Deben estar colocados de forma segura para brindar apoyo y equilibrio. Coloque las manos en el suelo, separadas a la altura de los hombros, directamente debajo de los hombros. Imagina que estás intentando crear una línea perfecta desde las muñecas hasta los hombros y las caderas. Esta alineación ayuda a distribuir el peso de manera uniforme por todo el cuerpo, lo que facilita la ejecución del movimiento sin problemas. Experimente con diferentes posiciones de las manos (tal vez un poco más anchas o más estrechas) para encontrar la que se sienta más natural para su cuerpo, garantizando comodidad y efectividad en cada repetición.


Enfriamiento

Estiramiento ligero

A medida que terminamos nuestra rutina de ejercicios, es hora de guiar suavemente sus músculos hacia un estado más relajado. Piense en esta ligera fase de estiramiento como si le diera a su cuerpo un suave abrazo, suave y reconfortante, muy parecido a envolverse en una acogedora manta en una noche fría. Comience con estiramientos simples dirigidos a los principales grupos de músculos que acaba de trabajar. Por ejemplo, extienda la mano hacia los dedos de los pies mientras mantiene las rodillas ligeramente dobladas para estirar los isquiotibiales; esto es similar a tratar de tocarse la nariz con la mano; estírela hasta donde se sienta cómodo sin sentir dolor.

Respiración profunda

Ahora, concentrémonos en nuestro interior y realicemos un ejercicio de respiración profunda. Imagina que eres un árbol que aspira aire de las profundidades de la tierra, permitiéndole nutrir cada parte de tu ser antes de liberarlo nuevamente al mundo. Inhale lentamente por la nariz, llenando los pulmones de aire como si estuviera bebiendo un refrescante vaso de agua; Mantén presionado durante unos segundos, sintiendo cómo el oxígeno satura tus células. Exhale por la boca, permitiendo que cualquier tensión desaparezca con cada respiración, como soltar una mochila pesada que lo agobia todo el día.

Esta respiración profunda no solo ayuda a relajar la mente y el cuerpo, sino que también mejora la circulación, lo cual es crucial después de una actividad física intensa. Es como darle un suave masaje a tu sistema cardiovascular desde adentro hacia afuera.

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